Es responsable de evaluar la situación clínica de los pacientes, planificar el tratamiento y vigilar la evolución de los mismos. Efectuar la admisión de los nuevos pacientes y, si es necesario, transferirlos a otras unidades terapéuticas. Elaborar informes sobre la situación clínica de los pacientes y participar/dirigir las funciones clínicas que se le atribuyen.